En la Ermita de la Candelaria, ante un repleto auditorio, ha tenido lugar la Cena-Coloquio que organiza el Círculo Taurino de Córdoba dentro del serial “los jueves del Taurino” teniendo como invitado al matador de toros Juan Ortega.
El objeto de esta cita ha sido la de otorgar al torero sevillano el galardón que la entidad concede con el nombre de Premio Escuela Taurina del Círculo Taurino de Córdoba, en esta su segunda edición.
Alfonso Téllez, presidente del Círculo Taurino, hizo los honores de presentar e introducir al invitado, así como de conducir en un distendido coloquio los pasajes más relevantes de la andadura profesional del torero. Un repaso a su trayectoria partiendo de una fecha muy especial como fue aquel 15 de agosto en Las Ventas donde cortó una oreja.
“De camino a Linares paramos en Córdoba para rezarle al Monstruo Manolete”
Con un público absorto por las palabras del diestro se fueron desvelando anécdotas y curiosidades como aquella fecha también muy decisiva en su carrera en la que actuaba en Linares, y que de camino hacia la ciudad minera, acompañado por su maestro Pepe Luis Vargas, pasaba por Córdoba y decidieron hacer una parada para acercarse a rezarle a Manolete ante su mausoleo en el cementerio de La Salud.
Ortega afirmó que, aunque se considera una persona creyente y católico, no tiene en particular ninguna imagen a la que encomendarse en los difíciles momentos del día de la corrida.
Especial pasaje el dedicado a su paso por nuestra Córdoba -Ortega cursó sus estudios universitarios de Ingeniero Agrónomo-, de la que guarda siempre un bonito recuerdo. Rememoró algunas andanzas y travesuras estudiantiles como la de “acoger” en su piso de estudiantes a un pequeño becerrito que había quedado huérfano por un saneamiento en la finca de su compañero de piso…
“Belmonte y Manolete han sido los dos toreros que más me han atraído, me fascinaban tanto que me puse a investigar sobre su vida y su tauromaquia”
A la pregunta de qué toreros han supuesto para él un reflejo el diestro respondió que desde siempre tuvo una atracción especial hacia Juan Belmonte y Manolete. “Fue tal mi admiración y atracción hacia esas figuras que me puse a investigar sobre su personalidad y su tauromaquia”.
Hubo tiempo para hablar sobre ganaderías, toreros y por supuesto de la familia, quien acompañaba al torero en este cariñoso acto de hoy. Acerca de las ganadería afirmó que: “Soy mas de ganaderos que de ganaderías”, dejando evidencia sobre aquellos ganaderos sobre los que guardará siempre en su memoria por cuanto han contado siempre con él. Sobre los compañeros fue bastante elocuente con su respuesta: “Me da igual tener como compañeros de cartel a Juli que a Morante, bastante tengo con pensar en los dos toros que tengo como para preocuparme por los demás”, salida que el público acogió entre risas.
“Me da lo mismo Juli que Morante, bastante tengo con pensar en los dos toros que tengo”
A la finalización del coloquio se le hizo entrega del Premio consistente en una obra del famoso artista cordobés Fernando García Herrera.
Como colofón, Téllez dio lectura a un bonito texto, obra de Manuel Coca ensalzando la torería y la personalidad de Juan Ortega.
JUAN ORTEGA
Muy buenas noches a todos.
Gracias por venir, maestro. Ya sabe que en esta casa, Vd. es uno de los nuestros. Siendo digno sucesor de la Escuela Sevillana, la de Joselito el Gallo, la del Pasmo de Triana, de Pepe Luis, de Chicuelo, la del Faraón de Camas, de Camino, de Morante y tantos nombres de fama. Sin embargo, ¡qué nobleza!, en todas las entrevistas, al que lo quiera saber, siempre ha presumido usted de su “parte cordobesa”. Y esto nos llena de orgullo a la Córdoba taurina, que lo sigue y que le anima, como a uno de los suyos. Ya lo dijo Juan Belmonte: “Se torea como se es”. Y esto demuestra que usted, además de un buen torero es también un caballero que se viste por los pies. En la historia del toreo sólo hay dos grandes ciudades que puedan bien presumir de maestros fundamentales. Qué gran idea fundir, en el crisol del toreo, a Córdoba y a Sevilla. ¡Ay, el que lograra hacerlo! En sus manos lo dejamos, y ya le he dicho, maestro, que en Córdoba usted será siempre uno de los nuestros. Cada uno que toree como quiera, o como pueda, y el que pueda, que toree como lo hace Juan Ortega.