El pasado jueves estuvimos en el Coso de Los Califas realizando una entrevista al novillero con caballos cordobés Javier Moreno «Lagartijo» de cara a la temporada entrante. Ante cierta expectación por su posible alternativa, rodeado todo ello de un secretismo inusual, pudimos hablar con el novillero quien nos confesó que no sabe nada de su inclusión en la feria cordobesa y menos aún de su doctorado, aunque se mostró muy esperanzado e ilusionado.
Coso de los Califas: Tras triunfar sin caballos en Córdoba, ¿no sentiste frustración al no verte anunciado en el Coso de Los Califas varias temporadas (no hubo con caballos durante algunas temporadas)?
Javier Moreno: Yo toreé en el 2014 que fue mi última temporada sin caballos, debuté en 2015 con caballos y ese mismo año la FIT (Fusión Internacional de la Tauromaquia) me anunció en Córdoba con una novillada con caballos del hierro del maestro Talavante, aunque finalmente fue sustuyó por una de Algarra y corté las dos orejas a un novillo. Luego es verdad, que las novilladas con los del castoreño suelen ser deficitarias y entendí que el empresario no las diese las temporadas siguientes, aunque obviamente sentí un vacío muy grande como torero, esto es así de duro, y hay que saber esperar nuestro momento.
C.C.: Durante un invierno te marchaste a México, ¿qué te hizo tomar esa decisión y qué te aportó tu paso por el país azteca?
J.M.: Me motivó al irme muchas ideas que personalmente me rondaban en mi cabeza, como ver si por mis propios méritos, era capaz de abrirme camino en un país distinto. Pasé unos nueve meses allí, tuve la ayuda de la familia Adame, de mi amigo el mozo de espadas cordobés Larita -mozo de espadas de Roca Rey-. Mi estancia mexicana supuso una madurez importante en mi persona y, sobre todo, en mi toreo. Al volver, tuve una importante actuación en Madrid, pero ese día sufrió una grave cogida mi banderillero Reyes Mendoza, eso, sumado a lo de Víctor Barrio e Iván Fandiño, me hizo replantearme muchas cosas. No quería que el hecho de que me pudiese tocar a mí algún día, hiciese sufrir a los míos.
C.C.: Tras ese parón, vino la famosa novillada de Aracena (Huelva) organizada por la FTL (Fundación del Toro de Lidia) dentro del Circuito de Novilladas con caballos que organizaron.
J.M.: Tuve la suerte de entrar en un sorteo como todos los novilleros, aunque la suerte aquí es trabajo, sacrificio, porque sin haber hecho todo eso, no hubiese tenido esa recompensa. Fui muy bien valorado por la mayoría en ese festejo, menos por ciertas personas, aunque no pasa nada, todos lo días no se puede contentar y poner de acuerdo a todo el mundo. Me sirvió bastante porque se dio mucho bombo a algo que hice en el ruedo, incluso más que si hubiese pasado a la siguiente novillada.
C.C.: El pasado año volviste a la feria de Córdoba en una novillada con dos novilleros punteros del esclafón, ese día no terminaron de salir las cosas, pero en octubre tuviste una segunda oportunidad que aprovechaste al máximo, abriendo la Puerta deLos Califas junto al maestro Finito, ¿Cómo fue esa evolución de mayo a octubre?
J.M.: La tarde de mayo no la tomo un fracaso ni mucho menos, al contrario se aprende mucho más de días así. Tengo la suerte de contar con la amistad del maestro Finito de Córdoba y, esa misma noche me llamó para que le acompañase al día siguiente a Fuente Ymbro. El chip cambió automaticamente . La conversación que tuve con él me hizo levantarme animicamente porque en el toreo está permitido caerse, pero es una obligación levantarse porque es una profesión de fondo. Mi meta siempre ha sido ser torero de Córdoba.
Yo ni soy tan bueno cuando salen las cosas bien, ni soy tan malo cuando no.
Sin embargo, la tarde del 23 de octubre supuso un éxito, hasta amigos míos que no habían ido nunca a verme, estuvieron. Esto supone que, en el caso de volver a torear en Córdoba, querrían ir nuevamente, pero insisto, el triunfo vino, en la tarde fallida de mayo, que me hizo ver las cosas de forma distinta. Bajo mi punto de vista, las faenas de ambas tardes son las mismas, pero en una metí la espada y en la otra no. Yo ni soy tan bueno cuando salen las cosas bien, ni soy tan malo cuando no.
C.C.: ¿Qué ha supuesto para ti la presencia frecuente de Finito en tu carrera?
J.M.: Una sorpresa porque no esperas que un maestro de su categoría tenga ese acercamiento tan continuo en mi persona. Él se ha preocupado por mi, y ha supuesto una influencia y evolución en mi toreo, me aporta muchas cosas positivas.
C.C.: ¿Cómo es tú día a día?
J.M.: Actualmente me faltan horas al día. Por la mañana trabajo en la empresa de mi padre hasta mediodía, posteriormente, me pongo a entrenar combinando gimnasio con toreo de salón y por la noche la dedico a estudiar. Muchos días también saco hueco para ir al campo.
Sólo tomaría la alternativa aquí, en mi tierra, he dicho que no a varias plazas por cumplir este sueño.
C.C.: ¿Te podremos ver anunciado en la próxima feria de mayo? ¿Habrá alternativa como se dice en los mentideros taurinos?
J.M.: Yo lo que te puedo decir es que ser torero es muy difícil, pero ser empresario también lo es. A día de hoy, no te puedo decir nada, porque no sé nada. Espero y deseo estar, yo me preparo para ello. Yo quiero tomarla , mi etapa con caballos va llegando a su fin y ya voy pidiendo el toro. Yo estoy para tomar la misma alternativa esta misma tarde. Lo que sí te puedo decir es que sólo tomaría la alternativa aquí en mi tierra, he dicho que no a varias plazas por cumplir este sueño.
C.C.: ¿Qué esperas de ese hipotético día?
J.M.: Yo quiero ser matador de toros y espero que me salgan las cosas bien, tanto a mí como a mis compañeros los maestros.
Fotografías: Rafael Ruiz