Rotundo y efectivo. El novillero cordobés David Fuentes Bocanegra ha conseguido ocho orejas y un rabo después de encerrarse en solitario con cuatro erales de Enrique Ponce en un festejo afectado por la lluvia en su totalidad y que supuso el debú en la provincia del joven espada.
En general, dispuesto y serio durante cada una de las lidias, pero más entregado, si cabe, ante el tercero, un astado más apagado y que requirió más exigencia, anduvo el aspirante a novillero, que dejó una más que notable actuación. Los erales, del maestro Ponce, sirvieron con el denominador común de la nobleza, aunque la tarde, por lo detallado, no concluyó todo lo lucida que se esperó.
Del espada, destacar la entrega y seriedad con la que asumió las lidias y lo efectivo del acero, resultando gratas las sensaciones que dejó ante la afición. Se mostró docto con la muleta, consiguiendo ligar y proponiendo con armonía, aventurando también un estilo propio que adivina proyección.
Se da la circunstancia de que el novillero debutante se convierte en el sucesor de un mítico torero decimonónico que ya regentaba su similar apodo. Fuentes Bocanegra es otro de los novilleros cordobeses que mejor desarrolló y proyección fijó la pasada campaña, donde fue triunfador de la decimoquinta edición del certamen internacional de novilleros sin picadores, que se celebró en la provincia de Málaga, hecho que se posibilita torear en el coso de la Malagueta en la próxima feria.
Texto: Víctor Molino(ABC).
Fotografía: Pedro Ocaña.