Es una pena que el gran público haya abandonado las novilladas con picadores. Tardes como las de hoy, entretienen a niños, atraen a curiosos e ilusionan a los aficionados. Gran juego de los novillos de La Cercada y a su nivel la disposición de los novilleros, sin poder salir todos a hombros por culpa de la espada.
Víctor Barroso estuvo decidido toda la tarde. Su primero fue el peor del encierro. Sin posibilidades, acertó con la espada. En el segundo no dejó nada a la suerte. En el último tercio buscó conectar con el público de rodillas al principio y al fin, optando por una faena de cercanías en la que cambió la estética por la emoción, dejando ocultas algunas cualidades del novillo. Gran estocada y dos orejas bien despachadas que paseó feliz en su plaza.
Gustó mucho Manuel Caballero. Sabe estar delante de la cara del toro, con un dominio adelantado a su experiencia. Su toreo fundamental por la derecha y por la izquierda huele a billetes: concentrado, profundo, jondo. Con el primero (el mejor de la tarde) dibujó lances y pases de trazo largo y de calidad, hilvanando el toreo y haciendo disfrutar al respetable. El segundo, de peor juego, le brindó una oreja como recompensa de una buena tarde.
Román volvió a llevar a la plaza a un buen puñado de cordobeses. ¡Buena y noticia! Esta tarde dejó todas las dudas en el hotel. Su capote fue el más caro, abriéndose de capa en su primero con verónicas de buen trazo. Dejó crudo a su novillo en el caballo y dibujó unas chicuelinas de ilusión. En el último tercio encadenó varías series con la derecha, reunidas, olvidándose. Toreo de personalidad, de quilates, con esa apariencia de un saber innato, natural. En el segundo bordó series con ambas manos que hacen confirmar la ilusión que arrastra. Faena bordada de sentimiento pase a pese. La espada le robó los máximos trofeos en sus dos novillos. Seguro que los problemas con la espada a quien más le pesan es a él.
Cuarto de entrada en tarde agradable. Novillada bien presentada y de mejor juego, destacando segundo, tercero y sexto. Javier Ambel saludó en banderillas y emocionó con el capote.
Crónica: Antonio Rodríguez Castilla.